La diligencia se realizó ayer durante un control de rutina que efectúa regularmente el Ministerio de Salud comprobando que tres embarcaciones con matrícula de Quellón habían infringido la normativa legal vigente.
Según lo explicado por el jefe de la Autoridad Provincial, Cristian Araneda, el procedimiento se colocó en práctica una vez que obtuvieron las muestras de las naves que procedían de extraer almejas en las inmediaciones de la isla San Andrés en Puerto Aguirre, región de Aysén.
Se trata de las lanchas Maullén, Iveth y Marisela las que transportaban un total de 650 mallas de bivalvos las que fueron sometidas a los exámenes toxicológicos en el laboratorio de marea roja del austral puerto.
Dijo que los resultados revelaron que el cargamento superaba ampliamente la barrera de los 80 microgramos de toxina por cada cien gramos de carne de marisco lo que valió aplicar las medidas administrativas respectivas e incautar la peligrosa carga.
“La primera lancha tenía 138 gramos de toxina por cien gramos de muestra, la segunda con 129 y la tercera con 126 con una cantidad aproximada de casi 650 mallas en total” dijo el médico veterinario.
El profesional ratificó que la totalidad de la carga de almejas fue extraída desde las aguas jurisdiccionales de Aysén razón por la cual y en virtud de los niveles de toxicidad del veneno del tipo paralizante se adoptó el procedimiento sanitario estipulado por ley.
Araneda puntualizó que “con los responsables de las naves se inicia el sumario correspondiente por dar positivo a marea roja y todo el cargamento en el día de hoy fue desnaturalizado en el vertedero”.
Sentenció que dada la peligrosidad del cargamento y por disposición judicial los recursos bivalvos fueron depositados en un vertedero industrial ubicado en la comuna de Chonchi. El producto tenía como destino el consumo en la ciudad de Santiago.
La autoridad de salud fue clara en manifestar que a diferencia de otras diligencias esta vez los patrones de las embarcaciones fiscalizadas declararon que los moluscos fueron explotados en las aguas territoriales de Aysén, zona focalizada por el Minsal donde está presente el fenómeno de la marea roja producida por una microalga.
Uno de los últimos decomisos se produjo específicamente durante el período de Semana Santa donde a través de dos fiscalizaciones se retuvo una partida menor de mallas con moluscos filtradores los que igualmente fueron destruidos para evitar el consumo humano.
El poderoso volumen de 26 mil kilos incautados esta semana corresponde a uno de los más importantes procedimientos realizados en el último tiempo por la Autoridad Sanitaria al sur de la isla.
Los índices destacan que a principios de marzo de 2011 dos gigantescos operativos terminaron con el decomiso de 16 toneladas de mariscos contaminados con la toxina del tipo paralizante, todo en un período de 10 días.
El protocolo empleados por los servicios fiscalizadores es el mismo a partir del levantamiento de muestras desde el interior de las naves controladas para ser analizadas en el laboratorio que posee la autoridad de salud en Quellón.
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