La primera alerta de un tsunami que recibió la Onemi central se registró a las 5.09. El director de la Oremi de la VII Región, Nelson Salgado, comunicó que un radioaficionado indicaba la ocurrencia de un maremoto en Constitución. A las 5.12, el organismo central recibió el primer antecedente de observadores de Juan Fernández. Un oficial de guardia del retén de la isla sostuvo un contacto telefónico con el jefe de la V Zona de Carabineros, general Walter Villa. Según la fiscalía, le informó que el mar había arrasado con viviendas en Bahía Cumberland. Cuatro minutos más tarde, el Shoa recibió este antecedente, pero concluyó que “no se genera tsunami destructivo a nivel nacional”. Esta información se amplió a las 5.41 horas, en una comunicación entre un concejal de la zona y un observador meteorológico de Juan Fernández. Allí se especificó que un tsunami hizo desaparecer la mitad del pueblo y pedía por ayuda. Tras esta última comunicación telefónica, la Onemi recibió otras cuatro alertas similares entregadas por Carabineros y funcionarios regionales de la Onemi, que pedían confirmar la información que manejaban con el Shoa. A las 6.52 horas -y por segunda vez-, la Onemi central se comunicó con los funcionarios del archipiélago Juan Fernández para confirmar el reporte emitido a las 5.12 horas. “Tuvo (la Onemi) que esperar una hora y media más, darse una vuelta gigantesca, recopilar un cúmulo de información en cuanto a reportes de un concejal, de un observador, de Carabineros, para confirmar que efectivamente ocurrió un tsunami, a través de la primera fuente”, dijo ayer el fiscal Andrés Castellanos.
Tras conocer estos antecedentes, ayer el abogado querellante Raúl Meza pidió la prisión preventiva de todos los imputados. Dijo que dejarlos libres, “representa un peligro para la sociedad”.
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